El tener hijos es el sueño de muchos. Tanto hombres como mujeres, quieren formar una familia y aumentar sus miembros cuando se ven preparados. Desgraciadamente, no siempre se produce cuando uno quiere y, en ocasiones, no es tan fácil como parece en un principio. El estrés y la forma de vivir de hoy en día hace que sea complicado conseguir quedarnos embarazadas de manera natural. Obviando que hay problemas físicos y reales que nos hacen imposible la posibilidad de conseguirlo, existen miles de factores que hacen que esto se retrase, esto sólo es una pequeña piedra en el camino.
Tras varios intentos fallidos, las parejas llegan a las consultas médicas para saber dónde está el problema para concebir. Llegan los miedos y las inseguridades, factores que lo único que hacen es retrasar el problema y ser negativos con el futuro que se ha planteado. En esta situación, se ha confirmado que el 60% de los casos abandona por el camino. El estrés hace, además, que las mujeres ovulen menos y tengan más posibilidades de aborto.
La fecundación in vitro es la opción más interesante. Es algo muy personal, por lo que el tratamiento dependerá de la pareja y del estado de ambos. El tratamiento consiste en la estimulación en la producción de óvulos, que dependerá de la reserva ovárica de la mujer y de su edad. Tras esto, que puede tardar un par de meses, se procederá a la fecundación en un laboratorio de óvulos y semen. Según informaciones, el momento más complicado para la mujer es el tratamiento hormonal.
Por norma general, no sólo se trata el problema físicamente, sino que se trata psicológicamente, ya que pueden llegar a producirse dudas o problemas entre la pareja mientras se esperan los resultados. Si el donante es una tercera persona, usualmente fuera de la pareja, también puede producir choque de energía y sentimientos, ya que los hombres suelen sentirse inferiores o con dudas respecto al nuevo miembro de la familia, ya que no está unido a él genéticamente hablando, llegándose a sentir herida la masculinidad y autoestima.
Si el donante es una persona ajena, la ley de reproducción asistida garantiza el perfecto estado físico y genético del donante, al igual que el anonimato de este. Sí que podrá tener en cuenta la similitud fenotípica, como la raza, altura, tono de piel…, etc.
Una vez producido, no existe un alto riesgo durante la gestación como tal, esto vendrá derivado a las patologías de la paciente (peso, cáncer, diabetes, edad, malformaciones en el útero). Sería de suma importancia el conocimiento ante la posibilidad de embarazos múltiples durante la reproducción asistida, ya que se realiza una doble implantación para garantizar el embarazo.
Si necesitáis más información sobre este tema, yo os recomiendo que visitéis Clínicas Eva.