Mi experiencia en Hair Krone

Cuando llegué a Hair Krone era consciente de que necesitaba no sólo un retoquito, sino un apaño bastante grande. Llevaba algo más de cuatro meses sin ir a la peluquería y, lo que había sido un cambio en su momento ya no lo era tanto. Me había crecido el pelo unos 6 centímetros, con lo que conlleva también el no haberme retocado la raíz, y el pelo necesitaba un saneo. Ya por fin estaba pensando en que necesitaba una visita cuando Wella Professionals se me adelantó y me descubrió Hair Krone, un nuevo concepto de peluquería, indicado para dar un asesoramiento mayor a lo que estamos acostumbrados.

Hace algo más de un año que los centros que trabajan exclusivamente con Wella Professional siguen a rajatabla una fórmula específica que consigue que la coloración sea perfecta para cada persona. La Ecuación del Color Perfecta (como la han llamado) consiste siempre en combinar los tonos fríos con los tonos cálidos para así descubrir qué tipo de tono es el que va más con nuestro color de piel o color de ojos. Pero, además, los profesionales de estos centros están especializados, por lo que siempre podremos encontrar un colorista y un estilista, que también tendrá en cuenta la forma de nuestro rostro para realizar el corte perfecto.

Llegué al salón sobre las 5 de tarde y nada más llegar, las profesionales comenzaron a hacer su trabajo. Obviamente, me preguntaron qué me había llevado hasta allí y qué deseaba hacerme en el cabello. Mi intención no era cambiar mucho, pero sí quería que me realizasen la ecuación si podía mejorar mi tono y que me saneasen el pelo.

Así es cómo llegué, como podéis ver, necesitaba un pequeño arreglo…

Lo que en realidad hicieron fue mejorar un poco el tipo de pelo que ya tenía. Me sanearon y me dejaron un corte de pelo parecido, ya que lo que yo quería era mantener mi corte, y me dieron unas mechas de tonos naturales que lo que hacían era enmarcarme un poco más el rostro y disimularme la raíz tan larga que ya tenía (y que podéis ver en las fotografías).

Y eso fue lo que hicieron. Sinceramente, creía que iba a pasarme toda la tarde en el centro, cuando tienes que pasar por chapa y pintura suele ser así, pero fue todo lo contrario. En una hora y media estaba más que lista y con una buena sensación de boca.

Si no sabéis qué tono elegir, solamente tenéis que elegir uno de los salones de Wella, ya que allí os dirán qué color de pelo es que va mejor con vosotros y qué corte de pelo es el ideal con vuestra forma del rostro.

Además, el salón es muy atractivo. No sólo es muy diáfano, con decoración muy diferente a la que podemos encontrar en otros salones más tradicionales, sino que el juego de luces juega también con la ecuación del color perfecta, añadiendo tonos cálidos y fríos según las necesidades de la sala.

¿Qué os parece el resultado?, yo salí encantada del centro. Eso sí que tengo que deciros… No volveré a esperar 4 meses para volver a un salón.