En alguna ocasión ya os he hablado de la firma Maria D’uol, cuya cabeza pensante es la española Maria Unceta-Barrenechea Olázar. La firma, que ya lleva unos años en plena expansión y con una acogida abrumadora por parte de clínicas y pacientes, ha dado un paso más y ha querido llegar allí donde muchos otros no han llegado, a paliar algunos de los síntomas más preocupantes por los enfermos de cáncer.
Maria comenzó a introducir algunos ingredientes esenciales y principios activos a algunas cremas que ya tenía en su línea para ayudar a la hija de una amiga que comenzaba a luchar contra la terrible enfermedad. Después de algunos casos más cercanos a ella, siguió elaborando productos y consiguiendo la primera línea oncológica capaz de combatir y mejorar varios de los síntomas de la quimio y la radio que se producen en la piel, como la irritación cutánea, el dolor y el quemazón de la piel.
La línea completa consta de un aceite reparador, cuyo ingrediente principal es la centella asiática (cura heridas y quemaduras), un bálsamo reparador corporal (cicatrizante que estimula el colágeno y evita los queloides), una loción reparadora, una crema facial de alta protección 50+ y una beauty color de +30SPF.
Toda una línea compleja y elaborada que facilitará la vida a todos aquellos que ya lo pasan mal por sufrir esta terrible enfermedad. Los precios van de los 20€ a los 60€, unos precios bastante económicos teniendo en cuenta el tipo de producto del que estamos hablando.
Y su presentación no pudo ser en mejor sitio, la clásica Residencia de Estudiantes, en la que tantos artistas de los años 20 y 30 estudiaron, toda la cultura en un mismo lugar.
Para mi, este lugar es especial, ya que aquí estuvo durante un tiempo viviendo mi profesor de doblaje. Él compartió con todos sus alumnos esos momentos junto a los genios literarios del 29.