¿Os acordáis de que hace unas semanas publiqué una entrada sobre algunos de los retos que quería afrontar, centrándome sobre todo en los viajes? Pues hoy vengo a hablaros sobre otro tipo de de retos.
Durante los últimos años he empezado a hacer diferentes cosas y nunca he terminado ninguna: que comenzaba un curso (lo dejaba a la mitad), que quería adelgazar (pasaba cualquier cosa y al final acababa engordando), que quería comenzar a hacer deporte (siempre ponía diferentes excusas para no hacerlo)… Pero este año me planté, porque decidí que ya era hora de terminar las cosas que me proponía.
Cierto es que todo esto viene dado también por un cambio de vida, y necesitaba un pequeño empujoncito para cambiar algo más que mi vivienda. Los últimos años no habían sido tan buenos como quería y, por una cosa o por otra, al final siempre acababa abandonando aquello que más me preocupaba. Por un lado, quería volver a centrarme en mis estudios (este es mi próximo reto). El mundo del doblaje siempre me ha apasionado y, por falta de tiempo y dinero, lo había dejado aparcado. Ahora sé que volveré, con más fuerzas si cabe, a rematar la faena. Otra de las cosas que me preocupaban es el estar bien física y mentalmente. Siempre han dicho que si tienes una buena alimentación y haces algo de deporte, tu cuerpo te lo agradece y estás de mejor ánimo y empiezas a notar una energía extra que no solías tener en momentos más tranquilos.
Así que, decidí ponerme a hacer algo de deporte y a comer mejor. Sinceramente, llevaba tres años intentando bajar mi peso y volver a conseguir la talla que siempre he tenido. Yo me he notado el cambio pero, sobretodo, lo he notado gracias a los comentarios de amigas que llevaban tiempo sin verme. Cierto es que me encuentro en un momento más relajado y que todos los problemas que tenía hace un año atrás se han ido, pero estoy segura de que el deporte y el cuidarme ha tenido algo que ver.
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Lo mío no es correr, pero no está mal la caminata #sport #walking #deporte
Todo comenzó hace unos años, cuando pasaba las vacaciones en casa de mis ex-suegros para disfrutar de unos días de playa. ¿Cómo es posible engordar más de 5 kilos en tan sólo unos diítas? Creo que esa es una pregunta que nos hacemos todas cuando nos vamos de vacaciones y nos subimos en la báscula para comprobar que nuestro peso finalmente ha aumentado. Pero yo sí lo sé. Claro está que en el verano salimos más y comemos más guarrerías (batidos, helados, tapas), aunque yo realmente no le echaba la culpa a eso, sino a mi ex-suegra, o a mi imposibilidad de decirle que no. Ella siempre ha estado acostumbrada a vivir con hombres, así que la comida que ella hacía siempre era para un regimiento. Me preguntaréis que por qué no podía decir que no quería más: si, a veces lo hacía, pero estaba todo tan bueno que siempre quería terminar el plato, y siempre caía algo más de lo que podía comer. Así que ahí me teníais, volvía a Madrid con el remordimiento de conciencia.
Y así estuve, intentando bajar de peso (siempre a dieta) hasta hace unos meses, que comencé con mi nueva vida y mi iniciación al deporte. Iniciación sí, porque aquí donde me veis, no era capaz de correr ni dos minutos seguidos. Os confesaré que no sé montar en bicicleta y siempre ponía excusas a la hora de correr porque tengo alergia asmática. Esa excusa me valió siempre para no correr en el instituto, pero ese es un chip que he tenido que cambiar en los últimos meses. No soy capaz de correr mucho, pero tiempo al tiempo, seguro que dentro de poco puedo correr maratones.
¿Por qué creí que era el momento para hacer ese cambio?, como ya os dije, estaba en un momento de mi vida en el que notaba que necesitaba un pequeño empujón para mejorarla. Acababa de quedarme soltera (sí, estoy libre como los pajaritos), me encuentro en la treintena y con un par de kilos de más: me veía la viva imagen de Bridget Jones, sólo me faltaba el helado en la mano y cantar ‘All By Myself‘.