Si me habéis visto en persona o en fotografía, sabréis que actualmente tengo el pelo rubio. No es que sea rubia natural, que ojalá lo fuese, sino que suelo teñir mi pelo de vez en cuando. Cuando comencé a teñirme, tenía claro que no me gustaba el pelo de un sólo tono, y es que aunque no nos tiñamos el pelo, siempre encontramos algún reflejo en nuestro cabello más claro. He probado cobrizos, he probado castaños y hasta morenos (aunque mi pelo sea más bien de ese tono) pero como más me gusta cómo me queda es el rubio.
Para que fuese más natural, en un principio comencé con las mechas pero, si te pasas años con ellas, al final se te acaba poniendo el pelo de un color un tanto raro. Al final, me planteé que como mi pelo era tan largo e ir a la peluquería cada dos meses era muy costoso, probar algo diferente: ¿no dicen que las mechas californianas están de moda? Pues yo voy a hacérmelas también, pero en vez de hacerlo a la manera tradicional, tiñendo las puntas con tinte en un cepillito, voy a hacerlo al revés, aprovechando que ya tenía una raíz negra considerable.
En realidad no sabía muy bien cómo iba a salir el experimento, ya que tenía las mechas casi platino y la raíz más oscura, pero me atreví a improvisar y el resultado me encantó. Ya estaba planteándome el volver a morena, cuando tenía el tinte en el pelo, pero acerté y quedó genial. Ahora, la gente que me conoce se da cuenta de que me he cambiado el pelo, que lo tengo algo más oscuro y homogéneo, y piensan que realmente me he hecho unas californianas.
Aunque os parezca mentira, hoy en día los tintes de venta en farmacia dan muy buenos resultados, siempre se piensa que no cogen como los de peluquería, pero dan muy buenos resultados si queremos no parecer un espantapájaros como ya lo hacía yo. En concreto yo utilicé un tinte de la variedad de rubios naturales de Farmatint.
Estos tintes son 100% naturales, permanentes, sin amoniaco, sin resorcinol y sin parabenes. Cubren las canas y si ya tienes un tono rubio, lo aclara dando un tono más natural.
He de reconoceros que yo sola nunca había intentado teñirme el pelo y, la verdad, se me dio bastante bien, por lo que es muy fácil repartirlo para que no queden manchas, y más si, como yo, ya tenéis un tono en las puntas que no queréis tocar mucho. Para hacerlo, sólo hay que mezclar el colorante con el interior del bote aplicador durante 2 minutos y repartirlo por las raíces, dividiéndolo por zonas. Tras dejar pasar 20 minutos, repartir el interior del bote por el resto del pelo, para dejar un tono homogéneo.
Podemos encontrar cuatro tipos diferentes de rubio, yo utilicé el Rubio Claro Dorado. Tenéis que tener en cuenta que al ser un tinte natural, tenéis que fijaros en las indicaciones laterales, para ver qué tono puede coger vuestro pelo con el tono que tenéis actualmente.
Como ya sabéis, se compran en farmacias y en parafarmacias y tiene un coste muy bueno, 11,45€.
Tengo claro que en los próximos meses seguiré utilizando este tinte. Ahora quizá mis ‘mechas californianas’ son muy altas, pero un unos mesecitos estarán perfectas.